lunes, 8 de octubre de 2012

Adicta al placer de la nostalgia.

Y a día de hoy hay cosas que todavía no entiendo. Como mis dedos a veces son capaces de hacerme expresar lo que mi voz no consigue pronunciar. Esa maldita certeza que te abraza cuando lo das todo por pérdido y que te deja sólo y alterado en problemas ínfimos. Esa sonrisa que te vuelve loca, que te da fuerzas para seguir pero que ha estado ahí, ha estado ahí mucho tiempo y hasta ahora no reparaste en ella. A esta vida le gusta dejarnos llenos de preguntas pero no suele dar nunca respuestas. Porque una canción puede hacerte sentir tanto, porque a veces nos representan cuatro trazos, porque él y no cualquier otra persona, porque nada sale como cuando lo planeamos. Porque a veces todo da asco y otras vomitamos felicidad, una felicidad vacía que se desinfla como un globo pinchado en el momento menos pensado. Porque existen las diferencias, porque a veces las aborrecemos pero no sabemos vivir sin ellas. Porque tantas estrellas sobre nuestras cabezas, guardando nuestros sueños. Porque hay miradas que se quedan cortas y otras que dicen más de lo que debieran. Demasiados porqués y nadie ahí para responder. Pero le miro a los ojos y se me olvidan las preguntas, le miro y ya no busco respuestas.

3 comentarios:

  1. Las palabras pasan a convertirse en algo distinto si forman parte de una canción...forman un mundo aparte, con disfraces de respuestas a preguntas sin razón...;)

    Gracias por firmar en mi blog, yo también me pasaré por aquí. Te sigo en twitter, por si quieres seguirme tú a mi también, estaría bien =)@gioseer

    Saludos desde:
    http://escaparateamipiel.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. Que identificada me siento con este texto. Que perdidos nos sentimos a veces en este pequeño mundo.

    www.vamosafumarnos-la-ciudad.blogspot.com

    ResponderEliminar