martes, 31 de julio de 2012

Príncipe mecánico

¿De verdad la amaba lo suficiente como para dejarla marchar? ¿Para dejar que un trozo de su alma se fuera con ella? Sentía como todo su mundo se venia abajo, todo giraba alrededor de una palabra, una exhalación de aire era suficiente para pronunciar dos letras que arrasan con todo su mundo: NO. Nunca seria suya, nunca le había pertenecido. Pero la amaba, con cada parte de su cuerpo, cada palabra, hasta el más mínimo estremecimiento era provocado por una sola de sus miradas. Ahora tendría que renunciar a ella de una vez por todas. Por una vez en su vida le había abierto su corazón y toda su esencia a una persona y estos habían sido rotos en mil pedazos. El problema es que ni siquiera podría despreciarla por ello, no había sido tratado con desprecio o desconsideración. En el fondo de su alma sabía que una parte de ella lo amaba también, pero no lo suficiente. Y ahora tenía que ver como cualquier posible futuro a su lado se desvanecía. Nunca podría hacerle daño. Él nunca había sido un caballero, pero sabia cuales eran sus lealtades. Supo que antepondría cualquier sentimiento a su felicidad, y esa felicidad no estaba a su lado, ahora no. Simplemente se echaría a un lado, dejaría el camino libre para la feliz pareja.Desde el fondo de sus ojos, oscuros y ajados, reflejo de su alma astillada, veía alejarse a la que siempre sería el amor de su vida junto a la persona que mejor lo conocía, la última persona a la que querría causar daño alguno, su hermano de sangre. Su parabatai. Había llegado tarde, ahora el corazón de Tessa no le pertenecía a él, Will. Sería para siempre de Jem.

martes, 24 de julio de 2012

Confesiones

Siempre he pensado que un buen texto solo necesita un buen comienzo, un titulo que deje con ganas de más y un final que deje buen sabor de boca. Lo difícil siempre es conseguir eso, el resto quedará en segundo lugar, pruebas a rellenar el hueco que hay entre comienzo y final por una razón estética más que poética. Un poco de melodramátismo o una frase de humor en el lugar adecuado hará que el lector continúe leyendo, hasta llegar a ese espléndido y premeditado final. Ese que le hará olvidar la sarta de tonterías que te has visto obligado a soltar en medio, solo para rellenar. ¿Y este, os parece un buen final?

lunes, 16 de julio de 2012

When you look for a place to hide.

Cuando buscas un lugar donde alejarte de todo. Y después de mucho buscar, te das cuenta de que ese lugar no existe. Cuando más tratamos de alejarnos de todo, de buscar distancia entre eso y nosotros. No hacemos más que acercarnos más. Pensar más detenidamente sobre ello. No importan los kilómetros que recorras, está todo en tu mente. Aún no hemos aprendido a huir de nuestro interior. Aunque seria interesante. Todos hemos ansiado secretamente alguna vez conocer lo que los demás piensan de nosotros, vernos en sus ojos. Tal vez con miedo de averiguar que cada uno ve la verdad con unos ojos y que tendemos a crear un mundo donde nosotros y nuestros problemas son el epicentro de todo, y que en cada persona esa perspectiva es distinta. Al final dejas de buscar, ya no quieres alejarte de nada. No soportas esa soledad que te deja a solas con lo que realmente temes. No creas que eres diferente, ni tan siquiera levemente especial. Todos nos hemos sentido así alguna vez, pero se logra salir de ahí. Cuando dejas de buscar encuentras la salida, es cuestión de miradas y verdades.