sábado, 29 de agosto de 2015

- DETACHMENT

"Si tengo algo en la cabeza lo digo como lo siento. Soy fiel a mi mismo, soy joven y soy viejo. Me han comprado y me han vendido, muchas veces. Soy impasible, estoy ausente. Soy igual que vosotros. "

martes, 18 de agosto de 2015

Te contaré un secreto

Soy dueña de mis palabras, las disfrazo, las invierto. Puedo plasmar una imagen, describir un sueño, expresar un sentimiento, denunciar una injusticia, desarmar una opinión, inmortalizar un recuerdo, darle forma a la imaginación, pintar colores en tu mente utilizando letras en blanco y negro. Puedo cambiar el sentido de una frase con una coma, bailar con las teclas del ordenador o al compás de una pluma mojada en tinta. Resucitar una vieja máquina de escribir, desempolvando historias y vistiendo siglos. Construir un nuevo mundo, cambiar una vieja mente. Desvestir las dudas, jugar con la certeza. Maquillar la verdad y enterrar mentiras. 
Pero un día caes en la cuenta de que las palabras no te pertenecen, que tú le perteneces a ellas. Que te atrapan, te enredan, te disfrazan y te invierten. Las palabras no te pertenecen por que llevan aquí mucho más tiempo que tú, y siguen vivas, alimentándose de ti y de mi. Se alimentan de nuestros sueños, de nuestra imaginación, nuestras imágenes, recuerdos, colores, historias, miedos, amores, viejos rencores, de nuestros pensamientos más íntimos y reflexivos. 
Y tratamos de encerrarlas en libros y libretas, pequeños cuadernos y todos las posibles plataformas digitales. Pero nuestro control sobre ellas no es más que una ilusión, nos rodean, aparecen por todos lados. A veces nos resultan incomprensibles, otras veces pensamos que van dirigidas a otras personas. Paseamos indiferentes día a día ante miles de palabras, desde las más cotidianas a aquellas que te hacen abrir el navegador de Internet para buscar la Rae. 
Sin embargo llega un día en el que encuentras esas palabras que  te desarman por dentro, y no podemos hacer otra cosa que reconocer nuestra derrota y dejar que penetren en nuestro alma. 

Te contaré un secreto...
Son sólo palabras, pero colocadas en el orden correcto hacen magia.

sábado, 1 de agosto de 2015

Somedays

Hay días que necesito que el mundo sea bonito. No pensar en todo lo que puede salir mal. Ni ver todo lo que está podrido, muerto o envenenado. No mirar por la ventana y ver la falsedad e hipocresía que caracterizan a nuestra sociedad. Dejar a un lado las noticias que solo hablan de políticos corruptos, de guerras, enfermedades incurables, desahucios, violencia  y lo poco que nos importa todo ello realmente, si aún tengo un coche mejor que el de mi vecino. Olvidar que hay miles de personas que no merecen la pena y que puede que todas aquellas que sí, no las llegue nunca a conocer. Que el destino es una broma pesada, que el dinero compra educación, que la televisión adoctrina y que nadie da nada a cambio de nada.

Hay días que necesito de un filtro, y no me vale uno cualquiera de instagram. Debe ser un filtro que haga resaltar las sonrisas, y todas las cosas que se pueden conseguir a través de ellas. Que difumine la ansiedad y las prisas presentes en el aire y que perfile lo bonito que se ven los ojos de la persona que quieres cuando reflejan el sol. Que nos haga ver que todavía queda esperanza, que es indeleble a nuestra naturaleza y tan solo aguarda el momento de florecer, cuando ya pensabas que el invierno iba a durar más que la crisis. Que existe algo más allá de lo impuesto y lo determinado. Que el cambio está en nuestras manos.

Hay días en los que necesito pensar que se puede. Que puedo. Que no hay imposibles, tan solo cosas que aún no se han descubierto (o que hemos olvidado). Pensar que existen muchas tonalidades más allá del negro y el blanco. Y que hay personas buenas, y que todos estamos rodeados por algunas de ellas, sólo hay que saber buscar y perder el miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a que un día se caiga ese filtro que te había pedido y de repente el peso de la realidad me hunda y ahogue.