martes, 18 de marzo de 2014

Vamos a jugar a un juego.
Te cambio la mente.
Quiero salir de este caos aunque sea un rato, y si para ello debo entrar en un caos ajeno, bienvenido sea.
Lo que más extraño de ser pequeña es vivir sin preocupaciones.
Que sí, que yo era de pensar mucho y en muchas cosas.
Pero mis problemas eran menores o cuanto menos distintos.
No me gustan los problemas de los adultos. Algunos no tienen solución pero no por ello puedes evitar que ocupen todo tu pensamiento. Hay otros que limitan con lo absurdo.
Por eso quiero salir de mi mente, no quiero seguir preocupándome por esa clase de problemas. Me niego.
Me he enfadado.
Con todo.
Con todos,
conmigo.
Cuando eres pequeño la vida es más fácil, tal vez porque las cosas no dependen tan directamente de tus acciones.
Cuando eres pequeño todo es más fácil, o cuanto menos distinto.