sábado, 27 de octubre de 2012

Me mata.

Dios, que guapo es. Cuando pone esa cara de borde y sube las cejas mientras sonríe con actitud de ¿qué? Pero luego se acerca y me besa. Se ríe de mi pero me soporta. Que me abrace por la espalda y me diga hola cuando ni si quiera me he dado cuenta de que ha llegado. Que soporte mis manías. Que se me pase el tiempo sin ni siquiera llegar a rozarlo. Me da igual el que, el cuando o el donde. Me da igual el tiempo que pase si yo me siento igual que el primer día. Si ya no se lo que es un día malo a su lado. Si, he caído como una tonta. Y volvería a caer.

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