sábado, 26 de mayo de 2012

Otro teclado infectado de triste melancolía

Aquí me tienes otra vez. En un día de esos. Otro día más. Días que parecen tan distintos unos de otros pero que si te pones a hacer un conjunto global de ellos, solo podíamos destacar tres, cuatro tal vez, de todo el año. Caer en la rutina significa que tu vida carece de sentido, hacer las cosas por obligación, por tradición, por que es lo más lógico. A la mierda la lógica, es una soberana estupidez. Nada realmente importante tiene sentido, si no piensa en tu vida. Piensa en mí, en nosotros. No puedo escribir ciñiendome a un tema. Cuando mis dedos tocan el teclado no sé con exactitud que saldrá de ahí, nunca lo sé. Porque hoy es uno de esos días en los que no sabes que te pasa. Lo cual es mucho peor que tener un problema, porque si lo tuviese al menos sabría echarle la culpa de mi estado de ánimo a una cosa concreta, algo factible, real. ¿Se puede estar mal porque sí? Una canción de Pereza dice "Que estoy bien aunque toda va mal", bueno y al revés? Estar mal aunque todo vaya bien, suena idiota. Suena a típica mimada de mierda a la que se lo dieron todo echo y aún así se queja, necesita algo más. Pero no se puede explicar, nada es tan sencillo como todo va bien o todo va mal. Nunca te irá todo bien, y por lo mismo un día malo al fin y al cabo solo será un día más. Y puede que si te pones a hacer un conjunto global de días malos, estos sean igual que el resto. No se me da bien esto de poner mi vida en orden, no trates de entenderlo. Creo que al menos te he demostrado que todo carece de lógica, o puede que sea yo.


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