Éramos la primera generación de seres humanos que jamás podría ver nada por primera vez. Contemplamos las maravillas del mundo con ojos mortecinos, de vuelta de todo. Mona lisa, las pirámides, el Empire State Building. El ataque de un animal selvático, el colapso de antiquísimos glaciares, las erupciones volcánicas.
No consigo recordar ni una sola asombrosa que haya visto en persona que no me recordase de inmediato a una película o a un programa de televisión. A un puto anuncio. ¿Conocen el espantoso sonsonete del indiferente? "Ya lo he viiistooo". Bien, pues yo lo he visto literalmente todo. Y lo peor, lo que de verdad provoca que me entren ganas de saltarme la tapa de los sesos, es que la experiencia de segunda mano siempre es mejor. La imagen más nítida, la visión más intensa, el ángulo de la cámara y la BSO manipulan mis emociones de un modo que ha dejado de estar al alcance de la realidad.
No estoy seguro de que, llegados a este punto, sigamos siendo realmente humanos, al menos aquéllos de nosotros que somos como la mayoría de nosotros: los que crecimos con la televisión, el cine y ahora internet. Si alguien nos traiciona, sabemos qué palabras decir; cuando muere un ser amado, sabemos qué palabras decir; si queremos hacernos el machote o el listillo o el loco, sabemos qué palabras decir. Todos seguimos el mismo guión manoseado.
Es una era muy difícil para ser persona. Simplemente una persona real, auténtica, en vez de una colección de rasgos seleccionados a partir de una interminable galería de personajes. Y si todos interpretamos un papel, es imposible que exista nada semejante a un compañero del alma, porque lo que tenemos no son almas de verdad.
Había llegado hasta tal extremo que ya nada parecía tener importancia, porque yo no era una persona real y tampoco nadie más lo era.
Habría hecho cualquier cosa por sentirme real.
La premisa es interesante. Siglo XXI y más historias consumidas que nunca pero... ¿de verdad se puede decir que lo hemos visto todo?
ResponderEliminarNo lo cito por considerarlo verdad irrefutable, pero si un planteamiento interesante, que ya no existen las personas reales que todo lo dicho ya se ha dicho antes y nos basamos en guiones que hemos ido aprendiendo e interiorizando. Sin embargo, no considero que lo hayamos visto todo. En absoluto, creo que estamos justo en esa generación en la que la realidad va más rápida que los sueños y el cambio se produce a una velocidad vertiginosa.Es simple, no hemos visto todas aquellas cosas que aún no podemos imaginar.
ResponderEliminarLa verdad es que se está perdiendo totalmente la autenticidad, es como si dentro de unos años fuésemos a un museo a ver flores.
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