Hay días que necesito que el mundo sea bonito. No pensar en todo lo que puede salir mal. Ni ver todo lo que está podrido, muerto o envenenado. No mirar por la ventana y ver la falsedad e hipocresía que caracterizan a nuestra sociedad. Dejar a un lado las noticias que solo hablan de políticos corruptos, de guerras, enfermedades incurables, desahucios, violencia y lo poco que nos importa todo ello realmente, si aún tengo un coche mejor que el de mi vecino. Olvidar que hay miles de personas que no merecen la pena y que puede que todas aquellas que sí, no las llegue nunca a conocer. Que el destino es una broma pesada, que el dinero compra educación, que la televisión adoctrina y que nadie da nada a cambio de nada.
Hay días que necesito de un filtro, y no me vale uno cualquiera de instagram. Debe ser un filtro que haga resaltar las sonrisas, y todas las cosas que se pueden conseguir a través de ellas. Que difumine la ansiedad y las prisas presentes en el aire y que perfile lo bonito que se ven los ojos de la persona que quieres cuando reflejan el sol. Que nos haga ver que todavía queda esperanza, que es indeleble a nuestra naturaleza y tan solo aguarda el momento de florecer, cuando ya pensabas que el invierno iba a durar más que la crisis. Que existe algo más allá de lo impuesto y lo determinado. Que el cambio está en nuestras manos.
Hay días en los que necesito pensar que se puede. Que puedo. Que no hay imposibles, tan solo cosas que aún no se han descubierto (o que hemos olvidado). Pensar que existen muchas tonalidades más allá del negro y el blanco. Y que hay personas buenas, y que todos estamos rodeados por algunas de ellas, sólo hay que saber buscar y perder el miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a que un día se caiga ese filtro que te había pedido y de repente el peso de la realidad me hunda y ahogue.
Gracias, el día ya es menos gris.
ResponderEliminarHay días y días para todo, lo bueno es superarlos (sean buenos o malos) y seguir adelante
ResponderEliminarun besito
www.humanfilters.blogspot.com